No se justifica la violencia, ‘Yo dije no más…’

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Photo illustration by Josselyn Obregon/Foghorn News

La ONU Mujeres público en el 2016, “1 de cada 3 mujeres en el mundo sufre violencia física o sexual, principalmente por un compañero sentimental.” La violencia contra las mujeres es el abuso más generalizado de los derechos humanos y el feminicidio es su expresión extrema.

América Latina ha sido nominada como una de las regiones con mayor taza de violencia doméstica, y en muchos casos esta violencia no es denunciada. Esto se debe a los grandes problemas de impunidad o tabús sociales que llegan a justificar los actos.

Pero no todas las mujeres aceptan vivir bajo el yugo de la violencia y el maltrato. Muchas mujeres se levantan y toman el control de sus vidas.  Un caso ejemplo es Milena, una joven mujer originaria de Sur América quien vivió un matrimonio que casi acabo con su vida y entorno social debido a la violencia doméstica.

Milena decido contar su historia para motivar a otras mujeres que viven una situación similar a no aceptar ser violentadas y pongan un alto. Ella cuenta que decidió casarse en el año 2007, con un hombre acomodado económicamente, tuvo una boda como sacada de revista y todo apuntaba a un matrimonio perfecto. Por lo menos ante los ojos de la sociedad. “Todo era hermoso durante el primer año de convivencia hasta que un día, en estado de ebriedad me dio dos bofetadas.” Milena recuerda que ella quedo en shock, ni su padre le había puesto una mano para corregirla de niña.

Al día siguiente quien era su esposo le pido disculpas y justifico que fue el alcohol. Ella lo perdono, pero al cabo del tiempo el maltrato empezó a ser más recurrente; cada vez era más seguido y con más fuerza, al punto de dejarla tirada en el suelo sin conocimiento.

Milena recuerda que la violencia no solo fue física, la violencia psicológica fue tan fuerte que ella se alejó de su familia y amigos, al punto de estar casi aislada. “Él llego a controlarme tanto, que yo creí que no valía nada, que no podría sobrevivir con mi sueldo y si tenía algo en la vida era por él.” Él le había quitado toda su libertad, ella no tenía llave de su propia casa, el chofer o la ama de llaves le abrían la puerta, por ninguna razón ella podía llegar tarde del trabajo, eso se convertiría en un problema.

“Yo no acudí a mi familia, lo cual fue un gran error, y no lo hice porque yo creía que lo amaba y que un día él cambiaria.” “Yo justifique el maltrato por amor, pero eso no era amor era miedo.”

En el 2011 Milena decido poner punto final al capítulo más amargo de su vida. Un matrimonio que casi le cuesta la vida. Tomo valor y se valoró así misma, huyo de su casa y luego con el apoyo de su familia y amigos tramito el divorcio para nunca más volver a ver a su verdugo.

Hoy Milena tienen una nueva vida.  Migro a Estados Unidos en el 2014 y se rencontró con su primer amor de la adolescencia.  Un hombre completamente diferente que le ama y apoya en todos sus proyectos, se casaron recientemente. 

Actualmente Milena continua con éxito sus estudios en Del Mar College.

Ella no quiere que otras mujeres vivan lo misma o situaciones similares. “Se puede salir de una situación de estas, nada justifica vivir bajo la violencia de ninguna forma” dijo Milena. Agradeciendo ser una de esas mujeres que puso un alto a la violencia doméstica y hoy motiva a todas a que hagan lo mismo.

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